Marx en Centro Habana

 Marx en Centro Habana

Marcos Antonio Tamames Henderson

Este 14 de marzo el mundo recuerda el 138 aniversario del fallecimiento de uno de los más grandes pensadores del siglo XIX: Karl Marx [1], destacado filósofo, sociólogo, historiador, economista, político y periodista, cuya obra tiene aún mucho que decir a los protagonistas de las ciencias sociales y humanísticas contemporáneas, en particular, por la propuesta de una aproximación y estudio de los fenómenos desde “la totalidad”; es decir, a partir de las conexiones que estos establecen con las sucesivas totalidades que los enmarcan y condicionan.   

En La Habana, el más popular de los homenajes a Marx es, probablemente, el Teatro de los Grandes Acontecimientos de Cuba, ubicado en la avenida Primera, entre las calles 8 y 10, en Miramar, Municipio Playa; una institución cultural que tras una profunda rehabilitación entre 1970 y 1975 ofreció una capacidad para más de 5,500 lunetas [2]. Las citas de cubanos y forasteros en el Karl Marx, sede del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1975, resultan memorables para varias generaciones. 

En el caso de Centro Habana la presencia de Marx se enraíza en las coordenadas de las primeras décadas del siglo XX con la obra de  Carlos Baliño, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Aracelio Iglesias, Carlos Rodríguez Careaga y Alfredo López, entre otros. Inmuebles en los que surgieron la Sociedad de Torcedores de La Habana, la Liga Antimperialista y la Universidad Popular José Martí, se registran  en el inventario de la Oficina de Monumentos y Sitios del municipio como documentos históricos; añadiéndose a ellos un conjunto de tarjas que como obras conmemorativas fueron colocadas en etapas posteriores de la historia local. 

Sin embargo, la obra en la que alcanza mayor expresión el homenaje a Marx en Centro Habana resulta ser el parque construido en la céntrica intercepción de las calles Carlos III y Belascoaín, un espacio del que no solo se desconoce la fecha de su inauguración, sino también el proyecto de realización, los integrantes del equipo encargado de su diseño y ejecución; e incluso, la autoría del elemento escultórico que lo distingue, resulta prácticamente desconocida.

 ¿Qué valores patrimoniales distinguen el Parque Carlos Marx de Centro Habana? 

En primer lugar, su valor documental, pues se trata de un espacio que emerge como elemento simbólico de la Revolución en la década del 60, directamente en vínculo con las tendencias contemporáneas del arte monumentario en espacios urbanos, al que le anteceden en el territorio, los parques “Fe del Valle” (1962), en Galiano, entre San Miguel y San Rafael; “América Libre” (1963) (actual Parque El Curita) en la manzana que limitan las calles Galiano, Reina, Águila y Dragones; y “Monumento a los Mártires Universitarios” (1965), en el área delimitada por los ejes Infanta, San Lázaro, San Francisco y Jovellar. Les distingue el hecho de que el referente histórico a conmemorar es local y en ellas “el objetivo consiste en erigir los recordatorios de acontecimientos reales, vivenciados y sufridos, en los sitios originarios, en el marco verídico de la acción”[3], perspectiva que demanda una nueva concepción de la relación arquitecto-urbanista, encargado de diseñar el escenario del acontecimiento, y el escultor, tradicionalmente encargado de la reproducción de la imagen figurativa de los protagonista, ambos ante el reto que supone la comprensión del discurso.

A diferencia de sus antecedentes, el parque Carlos Marx tiene su referente en el ámbito internacional, específicamente en el papel de las masas trabajadoras en la trasformación social, ideas manifiestas en la memoria histórica de Centro Habana que ahora, tras el triunfo revolucionario, alcanzan legitimidad en el arte urbano. Del lugar que ocupa la figura de este pensador en la sociedad cubana da muestra el artículo “Carlos Marx: constructor de un mundo nuevo”, que bajo la autoría de Carlos Arias publica la revista Bohemia en la sección Vidas Extraordinarias, de junio de 1961[4], al que acompaña en siguientes publicaciones temas como “La Conferencia de los Partidos Comunistas de América Latina” (enero de 1961), “XI Congreso Nacional Obrero” (diciembre de 1961), “La Conferencia Tricontinental” (desde diciembre de 1965) y el XII Congreso de la CTC, “ahora en su nueva estructura y en función de servicio dinámico a las directrices de La Historia me Absolverá, que son la sustancia del programa revolucionario” [5]; entre otras. Cada 14 de marzo y 5 de mayo, aniversario de muerte y nacimiento, respectivamente, devino razón para socializar en Cuba tanto  la vida y obra de Marx, como las obras conmemorativas realizadas para honrarle en el mundo. 

La referencia más antigua encontrada del Parque Carlos Marx las ofrece Vicente Cubillas en el artículo “La Habana Metropolitana. Fiel exponente de trabajo revolucionario”, publicado por la revista Bohemia, el  11 y 25 de agosto de 1967, donde coloca dicho espacio urbano como logro de la administración local en La Habana, mediante una imagen a la que acompaña con el siguiente texto: “Vista del Parque Carlos Marx, en Belascoaín y Carlos III. Anteriormente existía en dicho punto una explanada de estacionamiento de autos. El lugar ha mejorado, sin discusiones, en su ornato” [6].



El análisis del texto de Cubillas indica como factor decisivo de su ejecución “la descentralización del gobierno en sus funciones administrativas y sociales de carácter local”, lo que “trajo como consecuencia la coordinación del sistema de gobierno a nivel municipal, regional y provincial que se ha dado en llamar Poder Local”. Destaca Cubillas que esta organización “ha representado un valioso auxiliar para el Partido y el Gobierno Revolucionario, ya que, apoyándose en la fuerza permanente de las masas populares, ha enfrentado desde la base tareas comunales que, de otra suerte, hubieran tenido que esperar por soluciones nacionales”.

El parque Carlos Marx no fue fruto de un concurso nacional ganado directamente por equipos de arquitectos, como los de “Fe del Valle” y el “Monumento a los Mártires Universitarios”, hecho que, como el caso del “América Libre” [7], lo separa de la obra de autor que ingresa a los catálogos y textos de historia y crítica de la arquitectura y urbanismo de la época, al tiempo que lo sumerge en un embarazoso laberinto en la búsqueda de la información precisa para evaluar su expresión como testimonio de su contexto cultural. El análisis sistemático de las intervenciones urbanas anunciadas en Bohemia durante la década del 60, revela que ambos parques, el Carlos Marx y el América Libre, se presentan como obras construidas por el Departamento de Arquitectura y Áreas Verdes de la JUCEI Municipal de La Habana, dejando al margen toda referencia a sus protagonistas, en el caso del Carlos Marx, a Fernando Boada y Martín, el escultor que dotó al espacio de un relieve sobre piedra de Jaimanitas en la se distinguen dos elementos: el popular semblante de Marx, y su frase insigne, Proletarios de todos los países uníos.


Citas y notas:

1.- Nace el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, Reino de Prusia y muere el 14 de marzo de 1883, a los 64 años, en Londres, Inglaterra.

2.- Con anterioridad había sido reconocido como el Teatro Blanquita, que abrió sus puertas al público el 30 de diciembre de 1949, y más tarde, tras el triunfo de la Revolución Cubana, como Teatro Charles Chaplin hasta 1970, año en que cierra para su rehabilitación.    

3.- Roberto Segre: “La creación del sistema simbólico de la Revolución”, en Arquitectura y urbanismo de la Revolución cubana, p. 130, ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1990.

4.- Biblioteca Nacional José Martí: Bohemia, 53(24):120-125, La Habana, 11 de junio de 1961. Se reproduce en este artículo una imagen de la tumba de Marx en el cementerio de Highgate, en cuya lápida reza: “Proletarios de todos los países, uníos”.

5.-  “Hacia el Congreso de la CTC”, en Bohemia, 58(31):1, La Habana, 5 de agosto de 1966. 

6.- “La Habana Metropolitana. Fiel exponente de trabajo revolucionario”, en Bohemia, 59(32):22, La Habana, 11 de agosto de 1967.

7.- En septiembre de 1960, en asamblea de los obreros de la construcción, “a quienes, recientemente, Fidel Castro había asignado un hermoso reparto para que edificaran sus propias casas”, se acordó: “construir el Parque de la Fraternidad Latinoamericana en la antigua Plaza del Vapor y apoyar el plan de 200 nuevas escuelas del Ministerio de Gobernación”. “Obrero”, en Bohemia, 52(39):63, La Habana, 25 de septiembre de 1960.


Imágenes:

1.- Parque Carlos Marx, Carlos III y Belascoaín, Centro Habana, julio de 2020, Archivo del autor,

2.- Biblioteca Nacional José Martí (BNJM), Bohemia, 11 de junio de 1961, p. 120. 

3.- BNJM, Bohemia, La Habana, 8 de noviembre de 1963. Reverso contracubierta.

4.- BNJM, Tony Martín: Parque Carlos Marx, 1967, en Bohemia, La Habana, 11 de agosto de 1967.

5.- Fernando Boada, Relieve a Carlos Marx. 

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