ENTRE ARTE Y ETNOLOGÍA. UNA COLECCIÓN EN CENTRO HABANA

 ENTRE ARTE Y ETNOLOGÍA. UNA COLECCIÓN EN CENTRO HABANA 

Marcos Antonio Tamames Henderson 



Hoy, 18 de mayo, da cierre la jornada que cotidianamente hemos estipulado entre el Día Internacional de Monumentos y Sitios (18 de abril) y el Día Internacional de los Museos (18 de mayo). Abrimos con el Parque Fe del Valle y cerramos con el protagonismo jugado por instituciones del barrio chino en el fomento de una de las colecciones más significativas que atesora el Museo Histórico Municipal de Centro Habana: la colección de arte chino. 

Como otros artículos, se mantiene la perspectiva de hacer partícipes del universo profesional a los que distan de las teorías y metodologías propias del manejo y gestión del patrimonio cultural, ofreciéndoles, de algún modo, pasajes de la complejidad de esta labor y su correspondencia con el momento histórico al que pertenecen. Sirve de base el trabajo de diploma del estudiante Frank González Martínez en la licenciatura en Artes Plásticas, Perfil Conservación y Restauración de Bienes Muebles, en la Universidad de las Artes, en julio de 2019 estudio en el que González Martínez evalúa el valor documental de la Sección de Arte Chino. 

Utiliza Frank González el término “obra documento” en correspondencia a la teoría desarrollada por el profesor de Historia del Arte Luis de Soto, tanto para las bellas artes como para el arte industrial, es decir, como testimonio de la mundividencia de sus protagonistas y de su época, lo que le conlleva a entenderla como veraz fuente de información del proceso de patrimonialización de bienes muebles desarrollado en Cuba al amparo de la Ley 23: De los Museos Municipales, específicamente entre 1980 y 1981, período en el que ingresan a la Sección el 97% de sus piezas [1].

¿Cómo se creó esta colección? ¿Qué actores hicieron posibles su rápido incremento? Un informe, redactado el 30 de noviembre  de 1981 por Tomás Piard y Ana Gloria Curbelo a Denis Delgado, miembro del Comité Ejecutivo Poder Popular del Municipio de Centro Habana, refiere que hasta la semana anterior contaba el museo con un total de 1963 piezas, y subraya como origen de las mismas que todas fueron donadas por los residentes chinos, “tanto de nuestro municipio como de otros o incluso de otras provincias; gracias a la colaboración del casino Chung Wah que se nos brindó para guardarlas hasta tanto tuviéramos nuestro local” [2]. 

¿Que representa social y culturalmente el casino Chung Wah? La respuesta la ofrece Alfonso Chao Chiu en su artículo “El Casino Chung Wah. Centro principal de la comunidad china en Cuba” e indica que se inscribió en el Real Registro de Asociaciones el 9 de mayo de 1893, que a partir de 1951 se aceptaron a las mujeres e hijos de padres chinos y en 1983 se aprobó un reglamento que permitió el ingreso a los descendientes de primera generación “probada la moralidad y buenas costumbres”. En su sede radicó el Consulado General de China en Cuba y el cónsul fue el presidente [3].



En relación con el rico coleccionismo alcanzado la investigación revela tres factores fundamentales: 1) el interés en dar cumplimiento de la Ley 23 en la Provincial de La Habana, específicamente en el Municipio Centro Habana, 2) la formación técnica profesional de los especialistas y su sensibilidad para interactuar con la comunidad y 3) ·la larga trayectoria de la comunidad china en la salvaguarda y protección de su memoria histórica. La aproximación a ellos permitirá, en primer orden, conectar entre sí no solo a los principales protagonistas del proceso, sino que develará también la relación entre bienes muebles e inmuebles, en aquella tradicional relación de contenedor y contenido; en segundo; demostrará que dichos factores se combinan sin jerarquías preestablecidas, sino mediante relaciones contingentes. 



El cumplimiento de la Ley 23 en la Provincial de La Habana, específicamente en el Municipio Centro Habana, da inicio a las acciones por establecer un museo en Centro Habana por parte del Gobierno y la Dirección de Cultura, entre ellas la búsqueda del inmueble para su sede, y la organización de los recursos humanos y financieros, conforme a las normas científicas y los recursos ambientales de la localidad, ello permitió que jóvenes estudiantes del patrimonio participaran de forma directa en la creación de este museo.  

Entre los primeros en asumir la tarea museológica se encuentra Tomás Piard González, que se encuentra en la última etapa de su formación como historiador del arte en la Universidad de La Habana. El sistema de instrumentos y técnicas que ofrece esta disciplina para diagnosticar e investigar procesos del arte y la cultura en un territorio determinado permiten que entre 1981 y 1982, Piard González realizara un guion general del Museo al que titula: “Historia del Municipio Centro Habana”. Colateralmente, en 1984, culmina el estudio “Vida y obra de María Villar Buceta” y, entre 1986 y 1987, “Historia de los chinos en Cuba” en dos partes. 

Metodológicamente subraya: “Se ha continuado utilizando el criterio de vincular la información con el perfil de nuestras colecciones, que en un futuro impostergable, constituirán las salas de “Historia y costumbres de los chinos en Cuba” y de “Arte Chino”, del Museo Polivalente Municipal de Centro Habana” [4]. Téngase en cuenta que muchos de objetos de arte tienen función utilitaria y, desde ese sentido devienen huellas de las costumbres cotidianas de sus donantes. Piard sigue un enfoque integral en su estudio y ese principio le ha permitido entendido el valor documental de la colección con la que trabaja, hecho comprensible a partir del papel de Luis de Soto en la disciplina de Historia del Arte de la Universidad de La Habana, donde ha sido formado.

Súmase a ello los cursos que le han preparado en el tema de política cultural, donde se han fraguado los principios rectores a seguir en la cultura revolucionaria. Recuérdese, entre los fines del Ministerio de Cultura, la tesis: “La promoción del arte y la cultura se expresa en dos planos: el artístico-cultural y el social-cultural, nítidamente diferenciados y profundamente interrelacionados” [5] y, específicamente en el tema de investigación, el planteamiento: “una exigencia de enorme significación para la cultura nacional, es el de la conservación y desarrollo del arte de origen inmediatamente popular” [6]. El análisis e interpretación de los trabajos de Piard desbordan los objetivos del artículo, pero a priori pudiera ser considerado un etnólogo.

En relación con el proceso de coleccionismo, da fe el Acta de Donación al Museo realizada el 19 de febrero de 1981 a nombre de la Sociedad China Yi Fung Toy Tong”, vecina de Campanario no. 433 (altos) e/ S. José y Zanja, Centro Habana, que refiere el ingreso de “2 tazones de loza, 1 corneta china, 1 pipa de bronce con sus accesorios, 6 tomos sobre la vida de Mou Zai y 1 libro En memoria de Chiang a Kan”, documento que, en condición de donante, firma Jorge Yi [7]. 

Esos resultados son expresión del papel de la organización de los inmigrantes y descendientes chinos en la defensa de su patrimonio cultural desde 1881. De ahí que sus sociedades no solo estimulen la integración de sus piezas al museo sino que se comprometan con su cuidado y conservación, al tiempo que la exponen en sus espacios. El conteo de piezas recolectadas en 1983, por ejemplo, se hace no solo en relación con la ubicación de las piezas, (piso de la edificación, pared y estantes) en el Casino Chung Wah, sino también con el empleo de términos como “objetos históricos” y “documentos de apoyo”, signos que otorgan al Casino el carácter de un espacio expositivo que ha contado probablemente con un proyecto museográfico a cargo del licenciado  Piard. 

Tributa también al resultado del coleccionismo en cultura china la histórica relación del Casino Chung Wah con instituciones políticas y culturales del Estado, colaboración que se reconoce durante la celebración de su centenario, el 7 de mayo de 1993: “La vinculación del Casino con el organismo de Cultura de la localidad han hecho posible un rescate de la cultura china, siendo ésta una característica única de su tipo en todo el territorio nacional” [8].

En 1965, por ejemplo, Alfonso Chao Chiu participa en el programa de colaboración con técnicos de la República Popular China, una de las razones por las que a partir de 1966 la Embajada de la República Popular China le otorga la responsabilidad de asumir la dirección del Casino, a lo que se añade que en la década del 80 se da inicio en esta institución a un grupo de proyectos en función de trasmitir la herencia cultural [9].

En la colección de arte chino fomentada por el Museo Histórico Municipal de Centro Habana jugó un papel esencial la interrelación entre técnicos y especialistas del patrimonio cultural y la comunidad del Barrio Chino, hecho que otorgó al conjunto de sus piezas una connotación cultural comparable con el de las colecciones etnológicas, no solo al devenir signo de la cultura material de los descendientes chinos en el territorio, sino esencialmente al ser incluidos entre los bienes muebles con valor patrimonial a partir de los juicios, valores y creencias de los miembros de dicha sociedad.

Cuando en la década del 90 se reelabora el guion museológico dos de las salas diseñadas, la 4 y la 5, están relacionadas con la cultura china. De la no. 4, “Sala de artes decorativas chinas”, se justifica con el siguiente texto:

Esta sala permite apreciar una miscelánea de piezas representativas de las artes decorativas chinas –las cuales, dentro de lo ornamental, asumen funciones tanto utilitarias como de ritual–, obras llegadas a Cuba a mediados del siglo XIX, junto con el emigrante asiático. Se trata de una de las colecciones más ricas y diversas de nuestro museo y en ella sobresalen objetos de gran valía confeccionados en porcelana, piedra dura, bronce, madera y marfil. Un valor excepcional posee un tazón perteneciente a la familia verde de la porcelana china, cuya elaboración data, según diversos indicios, del siglo XIII [10].

La no. 5, “Presencia China”, se fundamenta con criterios que anuncian un conocimiento exhaustivo de la colección:

La sala se propone vincular variados elementos culturales representativos del acervo material y espiritual del emigrante chino y sus descendientes, a fin de lograr una mejor comprensión de su inserción en el panorama habanero que lo recibió. El conjunto a mostrar incluye desde un contrato hecho a un trabajador chino, hasta zapatillas, monedas, palitos de ciruelo, maletas y sombreros de bambú, y un singular amuleto de jade verde, entre otras valiosas piezas. Con algunos de los elementos disponibles se pretende elaborar un discurso expositivo que alcance certeras representaciones museológicas del modo de vida desarrollado por el hombre chino en Cuba [11].

Entre arte y etnología, con centro en la antropología cultural, se debate la colección de arte chino del Museo Histórico Municipal de Centro Habana. su conformación puede ser el testimonio de una comunidad, de su preocupación por su memoria histórica, y, al mismo tiempo, un ejemplo de la imprescindible sensibilidad y respeto que ha de acompañar a quienes desde las ciencias del Patrimonio cultural, nos encargamos de su registro, estudio, conservación y gestión. 

¡Felicidades en el Día Internacional de los Museos!   


Referencias:

1 Frank González Martínez: “Valor documental de la sección de arte chino del Museo Histórico Municipal de Centro Habana”, Trabajo de Diploma en opción al Título de Licenciado en Artes Plásticas, Perfil: Conservación y Restauración de Bienes Muebles, Tutor: Dr. Marcos A. Tamames Henderson, Facultad Artes de la Conservación del Patrimonio Cultural, Universidad de las Artes, 2019.

2 Informe de los licenciados Tomás Piard y Ana Gloria Curbelo, de la Sección de Patrimonio Cultural, con el visto bueno de Isabel Ibáñez Forcate, directora Municipal de Cultura, a Denis Delgado, Miembro del Comité Ejecutivo Poder Popular de Centro Habana, 30 de noviembre de 1981. En Departamento de Patrimonio, Dirección Municipal de Cultura de Centro Habana: Expediente “Propuestas para locales…”.

3 V.: Alfonso Chao Chiu: “El Casino Chung Wah. Centro principal de la comunidad china en Cuba”, Fraternidad, 1(1):13, La Habana, mayo de 2002.

4 Versión manuscrita de la investigación de Tomás Piard González. En Expediente: Propuestas para locales del Museo Municipal de Centro Habana. De la poetisa María Villar Buceta, estrechamente vinculada a Centro Habana el Museo posee importantes exponentes tanto de su obra como de objetos personales.

5 Ministerio de Cultura: Reglamento orgánico del Ministerio de cultura, p. 3, La Habana, 8 de septiembre de 1986.

6 Ibíd., p. 5.

7 Según las planillas de inventario de la sección de arte chino, las primeras piezas se registran en el mes de enero de 1981.

8 Departamento de Patrimonio. Dirección Municipal de Cultura, Centro Habana: “Palabras por el centenario del Casino Chung Wah”, [s/r], Expediente Investigaciones.

9 Teresa María Li Cecilio: “Alfonso Chao Chiu”, p. 16. Li Cecilio, Teresa María: “Alfonso Chao Chiu”, en Fraternidad, 4(1):16 y 17, La Habana, enero de 2005.

10 Ibídem.

11 Ibídem.


Comentarios

  1. Gracias por recordar la presencia de la cultura china en Cuba y la noble labor de quienes se encargan de ponerla en valor en los museos.

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