MARTÍ EN CENTRO HABANA

MARTÍ EN CENTRO HABANA 

Marcos Antonio Tamames Henderson 

Este 19 de mayo recuerdan todos los cubanos la pérdida de uno de sus más grandes hijos, José Martí; El Apóstol, El Maestro; el hombre cuya eticidad ha servido de inspiración a los más nobles proyectos de esta patria. A Martí, se le conoce desde edad temprana, se le estudia en las más sencillas y cotidianas situaciones, pero también en las más complejas y difíciles. A ello contribuye sin dudas su extensa obra, un quehacer que en su valor patrimonial desborda a la Isla, al Caribe y a América, para ingresar al patrimonio Memoria del Mundo.

La inscripción de José Martí en el `proceso de patrimonialización en Cuba está directamente vinculada al proyecto de independencia del colonialismo español. La colocación de un montículo de piedras en el lugar de su caída `por el General Máximo Gómez en agosto de 1895, para señalar un sitio histórico al que deben asistir los cubanos todos en peregrinación cada 19 de mayo, la  inauguración de su escultura en el Parque que lleva su nombre, en sustitución de Isabel II, frente al antiguo Teatro de Tacón, hoy Teatro Alicia Alonso, el 24 de febrero de 1905, y la declaratoria de Monumento Nacional a la Casa Natal en 1941, la colocación del busto en el Pico Turquino en el centenario de su natalicio, 28 de enero de 1953, son solo algunos de los hitos iniciales.

En el Municipio Centro Habana, área delimitada a partir de la División Política Administrativa de 1976, son varios los exponentes patrimoniales vinculados a José Martí. Investigadores de su andar señalan que durante su infancia residió en varios inmuebles del territorio, entre ellos, Ángeles no. 56 (en 1856), Industria no. 32 (1859), Refugio no. 11, Peñalver no. 53 (1868) y San Rafael no. 55 (1869); que, en 1878, tras su regreso a Cuba reside en Industria no. 115 (1879) y en Amistad no.42, entre Neptuno y Concordia; se ubica en Centro Habana, en Industria no. 122, la casa de los Valdés Domínguez y el restaurante “El Louvre” en San Rafael y Consulado, lugar en que Martí ofreció un brindis en honor del periodista Adolfo Márquez Sterling, el 21 de abril de 1879. ¿Cuánto enriquecieron estos espacios su pensamiento? Se trata de una red de inmuebles que como sitios históricos siguen en estudio y análisis con el interés de crear una ruta martiana en el territorio.

Sin embargo, el más notable de los bienes patrimoniales con sede en Centro Habana, resulta ser La Fragua Martiana y el Rincón Martiano, sitio inscrito en el Inventario de Monumentos y sitios el 20 de abril de 1986 por el restaurador Alberto Yañez, donde consta estar ubicada en la calle Príncipe no. 108 entre Hospital y Espada, Monumento Nacional por la resolución no. 127 del 6 de mayo de 1996 en memoria del trabajo forzoso al que estuviera condenado Martí entre el 4 de abril y el 13 de octubre de 1870 en las Canteras de San Lázaro, lugar al que eran destinados los presidiarios de la Real Cárcel Departamental de La Habana, etapa de la que se conservan restos arqueológicos.   

Los cimientos para la legitimidad de este sitio como Monumento Nacional se encuentran ligados a la obra de Gonzalo de Quesada y Miranda en la labor de conservación de la obra martiana en la década del 40 del pasado siglo, cuando en 1941 se. En 1941 se funda la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario Martiano a cuya iniciativa se crea el Museo de la Fragua Martiana. Dos exponentes son testigos de este tiempo. En el vestíbulo da la bienvenida al visitante la tarja que anuncia: A GONZALO DE QUESADA Y MIRANDA // FUNDADOR DE LA FRAGUA MARTIANA // QUIEN DEDICÓ SU FECUNDA EXISTENCIA // A LA GLORIOSA LABOR DE INVESTIGAR // Y DIVULGAR LA VIDA Y OBRA DE // JOSÉ MARTÍ. // 2 DE MARZO DEL AÑO 2000. // CENTENARIO DE SU NATALICIO. Mientras en el patio se observa RESTOS DE LAS ANTIGUAS CANTERAS DE SAN LÁZARO CONSERVADOS EN MEMORIA DE JOSÉ MARTÍ. QUE AQUÍ SUFRIÓ LOS TRABAJOS FORZADOS DEL PRESIDIO POLÍTICO – 1870 – 1944.

Como constancia de la inauguración de la Fragua, de sus promotores y comitentes, reza en otra de las construcciones conmemorativas: ESTA PRIMERA “FRAGUA MARTIANA”, HOMENAJE FUNCIONAL AL MAESTRO, IDEADA POR LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS DEL SEMINARIO MARTIANO Y EL SEÑOR JOSÉ BORRELL TUDURI, CON LA COOPERACIÓN DEL CLUB ROTARIO DE LA HABANA DURANTE SU PRESIDENCIA, FUE CONSTRUIDA POR LA ADMINISTRACIÓN DEL PRESIDENTE DOCTOR CARLOS PRÍO SOCARRÁS. ÉSTA OBRA FUE TERMINADA EL 30 DE JUNIO DE 1951.  

Inaugurada como museo el 28 de enero de 1952, la Fragua Martiana se consagró a la divulgación de la vida y obra de José Martí, valor histórico que enriqueció, en víspera de la conmemoración al centenario del natalicio del Maestro, en la noche del 27 de enero de 1953, del Desfile de las Antorchas, organizada por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), recorrido que cada año parte de la Universidad de La Habana hasta este lugar. La Fragua se convirtió en escenario de las luchas estudiantiles de la década de 1950 contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Múltiples son los objetos que nos vinculan de forma directa a la cotidianidad de José Martí durante la tregua fecunda, universo del que es muestra la mesa donada por el argentino Manuel Quintana, la misma en la que Martí escribió las instrucciones para los clubes del Partido Revolucionario Cubano, cartas, versos y otros trabajos literarios, en la casa del Dr. Ramón L. Miranda, en 349 West 46 ST Nueva York. 

Recorrer el sitio histórico en su conjunto permite dialogar con un homenaje a Martí de manera permanente, así lo evidencian las obras que, con el decursar de los años, han enriquecido el lugar. Tanto el Héroe como a los promotores de su obra encuentran en este lugar un espacio de reconocimiento haciendo sincero eco al principio martiano “Honrar honra”. Pasado, presente y futuro hacen de la Fragua Martiana un lugar de reafirmación revolucionaria de todos los cubanos.