Dragones, la calle del Barrio Chino.

Dragones, la calle del Barrio Chino.

Por: Marcos Antonio Tamames Henderson Tamames  

Dragones es uno de esos ejes que por divorciarse del trazado en retícula que caracteriza a nuestras ciudades, se nos revela con una imagen prácticamente difusa. ¿Será esta la causa por la que no aparece nombrada en el Plano Pintoresco de La Habana con los números de las casas, impreso por de B. May y Ca., en 1853? Paradójicamente a ello, dicho plano indica que, en su lateral izquierdo, la de los números impares, existen en la mitad del siglo XIX, al menos 29 edificaciones, mientras en el derecho, la de los pares, alrededor de 54. En esta semana de la cultura de Centro Habana, el Museo Histórico Municipal invita a los centrohabaneros y visitantes a un acercamiento a esta calle en base al Inventario de Monumentos y Sitios, construido a partir de 1981 por sus técnicos y especialistas. Se entrelazan aquí tres elementos: morfología, imagen urbana y la delimitación jurídica.

Documentalmente Dragones emerge a partir del siglo XIX en la Avenida de Bélgica, antiguas De los Ejidos y Monserrate, y se dirige al oeste de la ciudad de forma prácticamente recta hasta Galiano; luego mediante un zigzag adquiere continuidad de forma quebrada para morir en Lealtad. Entre uno y otro espacio, Ejidos – Galiano y Galiano Lealtad, hay características urbanas y arquitectónicas muy particulares, las que han contribuido sin dudas a la percepción que de ella tienen moradores y forasteros. 



El primero, Ejidos – Galiano, se caracteriza por ser recto y ofrecer visuales cuya escala permiten apreciar, y disfrutar, de la moderna volumetría de los inmuebles. En esa trayectoria puede el caminante ir en busca del eje Ignacio Agramonte o Zulueta dejando atrás la Estación de Policía y aproximarse al Teatro Martí y al Paseo de Martí o del Prado para ser luego custodiado por el Capitolio Nacional y el Parque de la Fraternidad, observar como Dragones da culminación a la calle Industria o Amistad, por la derecha, e inicio a la de Raimundo Cabrera o Miguel Aldama, por la izquierda; traspasa el frontón que marca la entrada al Barrio Chino y  asiste a los restos arqueológicos del desaparecido Hotel New York y a la antigua Cuban Telephone Company, cruza la calle Rafael María de Labra o Águila y transitar entre el límite norte de la manzana ocupada por el Parque el Curita, emplazado en el espacio que ocupaba la antigua Plaza del Vapor o el Mercado de Tacón para llegar a Galiano. Para incorporarse al segundo tramo, Galiano – Escobar, el peatón tiene que superar la confusa continuidad que le ofrece la calle Salud, y para ello tendrá que hacer un pequeño zigzag.

Distingue este ramo las visuales cortas, hecho que acentúan tres elementos: la sinuosidad del eje, la estrechez de la calle y la altura de los edificios que la delimitan. Rayo, San Nicolás, Antonio María Lazcano o Manrique, Gral. Aranguren o Campanario y Martín Morúa Delgado o Lealtad, son ejes que a modo de peldaños superará el forastero si confía en sus nombres tradicionales y participa de la inherente movilidad de personas que dan vida a este tramo.

Cotidianamente Dragones está asociada al barrio chino, en particular al tramo que limitan las calles Galiano y Escobar; es decir, entre el más popular eje comercial del territorio y la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria. La significación simbólica del dragón dentro de las tradiciones chinas pudiera ser la razón de ello, pero la historia urbana en Hispanoamérica demuestra que el origen del topónimo está en el nombre de las tropas acuarteladas en Dragones y Escobar: Cuartel de Lanceros o de Dragones. 


Jurídicamente, como señala el referido frontón, corresponde a Centro Habana el tramo que inicia en las calles Industria y Amistad, de modo en él se ubican los bienes inscritos en el Inventario. 

Merece distinción entre esos bienes el inmueble Dragones no. 456, antiguo 104, entre Campanario y Lealtad, ejemplar de las construcciones civiles del periodo republicano declarado Monumento Nacional en reconocimiento a sus elevados valores históricos mediante la resolución no. 15, del 10 de marzo de 1980 de la por la Comisión Nacional de Sitios y Monumentos. 

Consta en la documentación del museo que en este lugar radicó el Centro Obrero de La Habana desde 1927 a 1930, lugar en el cual Rubén Martínez Villena dirigió asambleas y gestionó y dirigió la huelga política contra la dictadura de Machado en 1930. Hoy, lamentablemente, es un Monumento amenazado debido a su mal estado de conservación, por lo que su defensa como huella de la memoria histórica representa uno de los retos a resolver de manera inmediata en el patrimonio cultural de los centrohabaneros. 

De los bienes registrados en el Inventario de Monumentos y Sitios del Municipio solo resta mencionar del primer tramo dos exponentes, el parque El Curita y el edificio de apartamentos Moure, en Dragones no. 202-206 entre Águila y Galiano, significativo en valores arquitectónicos y urbanos.

El recorrido del segundo tramo demuestra la tesis de que decir “Calle Dragones”, es hacer referencia al barrio chino, y para fundamentarla histórica y documentalmente obsérvese los nombres que en esta calle refiere el Directorio de Cuba correspondiente a 1927 entre Industria/Amistad y Lealtad. Téngase esta relación como muestra de homenaje al papel jugado por la inmigración china y sus descendientes al desarrollo cultural de Centro Habana. Teniendo en cuenta que los números de inmuebles son anteriores a la década del 40 del pasado siglo y en aras de una posible ubicación en tiempos contemporáneos no solo se ha colocado entre paréntesis el número del inmueble al que se vinculan como propietarios o comerciantes, sino que además se precisan las entrecalles. 

Según el Directorio entre Industria y Amistad se registran Juan Yon y Cia (9); entre Águila y Galiano: San Fac Chong (30), Gi Yeck Long (32 y 34), Quong Hing Chiong (38 y 40), José Wong (42); entre Galiano y Rayo: Chong Woo Fang (52) y Luis Chang y Fin Yin (54);  entre Rayo y San Nicolás: Quong Jun Chong y Quong Lon (23), Lay Pio (29), Po Wah Chong y Chan Chong (58) y Juan Chong (60); entre San Nicolás y Manrique: Cen Cuong Fong (s/n), Manuel Lin (37), Ji Woo (68), Chon Wong Chun Tong (70), Chon Wong Chun Tong (72), Sue Yuen Fong (74), Luis Li (76) y Lang Gong Cou Sol (80) y, entre Manrique y Campanario: Se Jion Luis So (37 A), Qpong Guen Chang (37 B), Andrés Chju Lion (39 A), y, José Cang y Antonio Lee (96). 

Apoya este homenaje el hecho de que el Museo Histórico Municipal de Centro Habana, en estrecho vínculo con la comunidad china, creara una rica colección de bienes muebles y el Inventario de Monumentos y Sitios  revela su incidencia en la imagen urbana de esta calle. Baste referir que en Dragones están presente 7 de ellas: entre Rayo y San Nicolás las sociedades Say Jo Jon, Chung Shan y Long Sai Li, mientras en la cuadra siguiente, entre San Nicolás y Manrique, Sue Yuen Tong, Chi Tack Tong y Lung Con Cun Sol, apareciendo en la tercera cuadra, entre Manrique y Campanario, la Sociedad Wong Kong Ja Tong. Dialogan con ellas, desde Manrique entre Dragones y Salud, la Sociedad On Ten Teng; desde Reina, entre Rayo y San Nicolás, la Cámara de Comercio China, y desde Salud, entre Escobar y Gervasio, la Casa de Arte y Tradiciones Chinas, así como desde San Nicolás, entre Zanja y Dragones, la Sociedad de Recreo Chang Weng Chung Teng y la Sociedad La Unión de la Familia. El colorido de las sedes de las asociaciones y las placas que por décadas las han identificado son testigos de la persistente defensa del patrimonio cultural de esta comunidad.

 





Para cerrar este recorrido, dos piezas que se erigen en testigo de los horizontes artísticos y culturales de Cuba desde el periodo colonial. El primero de ellos es Dragones no. 308, entre Rayo y San Nicolás, antiguo Dragones no. 62, sitio histórico por haber tenido allí su sede la Academia de Pintura y Escultura San Alejandro a partir de 1856. El Nomenclátor de 1883 lo promueve bajo la dirección de Miguel Melero Rodríguez, quien ocupaba el puesto desde cinco años atrás, en 1878 y, cercano a este inmueble el Directorio de Cuba (1927) indica que en Dragones no. 60 tiene su sede la Biblioteca de la Sociedad Económica del País, en la que refiere la existencia de 73,030 volúmenes; llama la atención en este caso la relación de Juan Chong, de franca ascendencia china, con este edificio.

No ha de sorprendernos encontrar en esta institución los antecedentes de la Universidad de las Artes (ISA) si tenemos en cuenta que la Academia de San Alejandro, fundada por la Sociedad Económica del País en 1818, se declara Sección de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando de Madrid en 1832 , para ser nombrada Escuela Profesional de Pintura y Escultura por Real Orden de Su Majestad del 2 de julio de 1866 con un nuevo plan de estudios, lo que permitió que sus alumnos premiados recibieran el título en el Aula Magna de la Universidad en el Convento de San Luis de Letrán. Definitivo fue en este sentido el año 1934, cuando se otorgó oficialmente la categoría de Escuela Nacional Superior de Artes Plásticas San Alejandro, con 4 años de estudios. Ello explica que, en el currículo de Rita Longa, Premio Nacional de Artes Plásticas 1995, aparezca la Academia de San Alejandro con el calificativo Alma mater, expresión latina que se utiliza para referirse metafóricamente a la universidad. 

El segundo ejemplo es el testimonio de la postura de Cuba ante la justicia internacional, en este caso con la destrucción del poblado Lídice en la actual República Checa por las fuerzas Nazis el 10 de junio de 1942.  Se trata del acto de rebautizar el Parque Dragones con el nombre de Lídice “Para perpetuar la memoria heroica de ese pueblo checoslovaco y condenar al invasor alemán que lo destruyó el día 10 de junio de 1942”, inauguración que se realiza en el primer aniversario del suceso, en junio de 1943. 



Otros pasajes han quedados pendientes en el recorrido por la calle Dragones, pero siempre habrá tiempo para volver en ella y descubrir no solo las razones que inscriben sus bienes en el Inventario de Sitios y Monumentos de Centro Habana, sino para corroborar la connotación de aquellos que silenciados resultan las huellas de un proceso cultural en permanente enriquecimiento. ¡Revisítela!!!! 


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