Reina y la voz de los sitios históricos.
Reina y la voz de los sitios históricos.
Por Marcos Antonio Tamames Henderson
En la presente Semana de la Cultura de Cetro Habana, entre el 4 y el 10 de julio, el Museo Histórico Municipal ofrece recorridos virtuales por algunos de sus ejes principales. Con anterioridad tomamos como escenario a la calle Galiano; les propongo esta vez la antigua Calzada de la Reina o Calzada de San Luis Gonzaga, eje que desbordó la calle la Calzada de Belascoaín de Gutiérrez para dar lugar al Paseo de Tacón como indica El Plano Pictórico de La Habana con los números de las casas, de B. May y Ca., de 1853, al tiempo que precisa como límites de Reina las calles Amistad y Belascoaín con total de 139 edificaciones.
Como en el caso de Galiano el nombre de esta calle se sumerge en las polémicas propias de los tiempos históricos por los que ha transcurrido su latir, hecho que la convierte en expresión de la dialéctica relación entre contexto histórico social y el patrimonio cultural. De sus orígenes el historiador Emilio Roig destaca que fue reconocida como Camino de San Antonio, una de las primordiales salidas de la ciudad intramuros al campo, de ahí que partiera de la calle Muralla, atravesara el Campo de Marte y continuara hasta el ingenio del regidor don Blás de Pedroso, cuyo nombre, San Antonio, se trasladó al camino. Apunta también, y consta en el plano de la ciudad de 1853, que se reconocía con el nombre San Luis Gonzaga, por conducir a una ermita consagrada a ese santo.
Su rebautizo, como Calzada de la Reina está asociado a dos factores esenciales; primero, como expresión de la Ilustración en América, al utilizar el término Calzada en lugar de Camino y; segundo, porque su proyecto de intervención, en 1844, se apoyó en la idea de rendir homenaje a Isabel II, quien había sido coronada monarca de España y tierras de ultramar el 10 de noviembre de 1843. Con el cese del dominio colonial español, en 1898, tuvo lugar en toda la Isla una profunda renovación ideológica en nuestras ciudades, desterrando de la toponimia urbana aquellos nombres relacionados directamente con los horizontes culturales coloniales. Así, por acuerdo del Ayuntamiento del 9 de octubre de 1918 se varió el nombre Calzada de la Reina, por el de Avenida de Simón Bolívar. Acompañó el homenaje al adalid americano el uso de un nuevo término en signo de modernidad, en lugar de Calzada, Avenida.
Las ciudades de las colonias hispanoamericanas surgieron en torno a un núcleo y por un plan determinado, con nombres fijados con sujeción a la cultura, sucesos y particularidades del lugar y sus vecinos. Resulta que al cabo de años los nombres son del dominio público, determinantes, estudiados minuciosamente, desde su origen, ofrecen la verdadera historia, no solamente de cada calle, plaza, fuente, rincón, edificio, sino de la villa o ciudad. Fueron los nombres prístinos que recibieron en la concha bautismal. Y es injusto, antihistórico, herético, antilegendario suprimirlos y sustituirlos por otros, hijos de nuestras ideologías [1].
Como resultado del proyecto de restitución de nombres antiguos, tradicionales y populares, que culminaría con el Decreto Ley publicado en la Gaceta Oficial el 17 de enero de 1936, se ratificó el nombre Ave. de Simón Bolívar, esta vez simplificado en Avenida de Bolívar. Por costumbre y tradición el nombre de dominio público es “Reina”, situación que conlleva a que se utilice como referente permanente en la vida cotidiana.
El Inventario de Monumentos y Sitios del Municipio registra en la calle Reina 30 bienes patrimoniales, 10 de ellos tuvieron lugar entre 1981 y 1982, y 7 entre 1985 y 1986; todos son fruto del trabajo de técnicos y especialistas que formados en la Licenciatura en Historia e Historia del Arte, incursionaron en el campo de la Museología tras una preparación previa en el Centro de Conservación, Restauración y Museología ubicado en el antiguo Convento de Santa Clara, en La Habana Vieja., acción de superación que los habilitó para enfrentar los retos del Museo Municipal: documentar, investigar, conservar y comunicar los valores patrimoniales de la localidad. Debemos a Tomás Piard, José E. Valdés, Lina E. Grisantti y Alberto Yañez centrar la mirada en el 56% de los bienes inscritos en este inventario y agradecemos sus aportes a la conservación del patrimonio cultural centrohabanero. Destacaremos aquí solo las construcciones conmemorativas, tarjas y monumentos erigidos con el interés de recordar a figuras o hechos importantes del arte, la cultura y la historia, entre otras.
La calle Reina tuvo como punto de partida el Campo de Marte, hoy, como se ha indicado, la calle Amistad. Sus primeros inmuebles tienen un carácter monumental; a la derecha el Palacio Central de la Computación, una obra de finales de la década del 50 del pasado siglo concebida para tienda por departamentos SEARS en un franco lenguaje moderno.
A la izquierda, con valor histórico y arquitectónico, es el Palacio de Aldama, en Reina no. 1, entre Amistad y Águila, morada del insigne patricio Miguel Aldama que data de 1840 y devino escenario de reflexión de los jóvenes cubanos durante la segunda mitad del siglo XIX. Con el decursar del tiempo ha sido sede de varias instituciones, en 1883, por ejemplo, radica en ella la Real Audiencia de La Habana y en 1927 se registra una agencia bancaria. Engrandece su valor el ser sede del Instituto de Historia, centro docente en el que, entre otros proyectos, profesionales de diferentes disciplinas se especializan en los estudios regionales y locales.
Imagen 4, 4 A
El próximo exponente de obras conmemorativas es el Parque El Curita, construido en el área que ocupaba la Plaza del Vapor o Mercado de Tacón. Fue inscrita en el inventario el 28 de septiembre de en 1981 y en la planilla la museóloga Lina E. Grisantti destaca la presencia de un “busto de bronce colocado sobre un muro de mampostería” del mártir Sergio González, legitimando con él el sitio histórico, donde estuvo la imprenta en la que de forma clandestina laboraba El Curita en favor de la Revolución. También existe en el parque una tarja en bronce dedicada al acueducto de Albear en la que se comunica: “1873-1973 // Centenario del acueducto de Albear. Hace 105 años un Grupo anónimo de trabajadores y esclavos cubanos construyeron el conducto que hoy sustituimos, el sudor de su trabajo hermanado con la sangre mambisa cimenta nuestra hermosa realidad revolucionaria. // Obra conductora de la calle Reina // Trab del acueducto y alcantat. // Poder Popular C. Habana”.
A la derecha, en Reina no. 67 e/ Águila y Ángeles, se encuentra un ecléctico inmueble de elevado valor histórico, el antiguo Edificio Havana Electric Rail Way, también estrechamente relacionado con la obra de El Curita, como hace contar la plaza de bronce que emplazada a la izquierda de su entrada principal con el siguiente texto:
A la memoria de Sergio González El Curita: Hay muertos que no caben en las tumbas cerradas y la rompen y salen con los cuchillos de sus huesos para seguir guerreando en la batalla. // Manuel Navarro Luna // A la Memoria // de // Sergio González López // (El Curita) // Jefe de acción y Sabotaje del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en La Habana, que fuera asesinado por las balas traidoras y asesinas de la dictadura el día 19 de marzo de 1958. // Descanse en paz en la Gloria del Señor, recuerdo de sus compañeros y amigos de autobuses. // La Habana 19 de marzo de 1960. // “Año de la Reforma Agraria.
Reina no. 67 se registra en el Directorio de 1927 con el nombre Edificio Hispano Cubano, y acogía las oficias de significativas empresas y asociaciones de la época, entre las que se encontraba la Compañía Azucarera Alto Songo y la Asociación Nacional de Industriales y Comerciantes Asiáticos. En la actualidad es la sede del Consejo de Administración Municipal.
Ofrece continuidad a los sitios históricos los inmuebles Reina no. 102 y 108, entre Galiano y Rayo. El primero de ellos muestra en su nombre la combinación entre función y ubicación urbana: “Peletería La Reina” y, además de sus valores sociales, le distingue una tarja conmemorativa destinada a recordar a Julio Sánchez Gutiérrez con las siguiente información: “En Memoria del Compañero // JULIO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ, // vilmente asesinado por agentes pagados de la Cía., en la madrugada del 1ro. de abril de 1962, en cumplimiento de su deber”.
La segunda, Reina 108 evidencia mediante una tarja de bronce un significativo acontecimiento cultural: “En esta casa se celebró // el primer ensayo de la Orquesta Filarmónica de la // Habana el día 21 de Marzo // de 1924 siendo su presidente // el Dr. Antonio González Beltrán // y Director el maestro Pedro San Juan // Sociedad Orquesta // Filarmónica de la // Habana. Año 1950”.
Entre Campanario y Lealtad, en la fachada del inmueble Reina no. 312, encuentra el transeúnte un exponente de las construcciones conmemorativas que por su material revela el papel del Museo Municipal en relación con su patrimonio cultural. En acrílico, rememora esta placa un acontecimiento relacionado con el devenir de la música en Cuba: “En este edificio en abril de 1943 se creó la Emisora Mil Diez del PSP y de la CTC. Fue divulgadora del Filin”, fue develada el 14 de diciembre de 2019 a las 10 de la mañana, dejando constancia del papel de la Dirección Municipal de Cultura en el territorio.
También en estrecho vínculo con la cultura cubana, esta vez con la literatura, hace gala de reconocimiento a los ilustres pensadores de Centro Habana la casa Reina no. 359 e/ Lealtad y Escobar, un genuino exponente de la arquitectura doméstica del siglo XIX que en este recorrido nos lleva a recordar a Antonio Bachiller y Morales, autor de una extensa obra en la que, a la manera de un etnólogo contemporáneo, supo captar y respetar la diversidad cultural de su tiempo.
En la fachada de esta casa, rehabilitada por la Oficina del Historiador de La Habana como una de las acciones para celebrar el 500 aniversario de La Habana, dejó constancia de homenaje a Bachiller y Morales las generaciones pasadas en una singular tarja que dice: “En esta casa murió el 10 de enero de 1889 el ilustre habanero, patriarca de las letras cubanas ANTONIO BACHILLER Y MORALES // La ciudad de La Habana al señalársele como fecha del “Día del libro cubano”, de su natalicio, en 1812, ofrenda esta tarja a su memoria. // 7 de junio de 1951.”
Seguido del homenaje a Bachiller una obra que merece ser renovada si se pretende que cumpla la didáctica función de mantener viva la memoria de la historia patria. Se trata de la tarja colocada en una de las columnas de la edificación Reina no. 363 e/ Lealtad y Escobar con el objetivo de perpetuar al niño mártir, una obra que por su emplazamiento hace que su texto sea ilegible y, por tanto de nula connotación. En la misma consta: “En este lugar el 29 de septiembre de 1933 fue asesinado por esbirros de la tiranía machadista Paquito González Cuto”. Urge pues, que nos encarguemos de un proyecto de intervención que permita a esta construcción conmemorativa cumplir su objetivo.
Llegamos ahora a la intercepción de Reina y Escobar, solo a tres cuadras de la calle Belascoaín. Para dar cierre a este recorrido, en el que hemos dado prioridad a las construcciones conmemorativas dejando a un lado un importante tema: la arquitectura como obra de arte y expresión de su tiempo, centremos la atención en una tarja en bronce que, a diferencia de la anterior es, por su diseño y emplazamiento, una lección de comunicación. Se trata de una tarja colocada en el inmueble Reina no. 402, que avala el papel de Centro Habana en la organización de la clase trabajadora en pos de la defensa de sus derechos: “En este edificio radicó la Liga Antimperialista de Cuba y en él se le rindió guardia de honor a las cenizas de JULIO A. MELLA en 1933. // AGOSTO, 1975 // 50 ANIVERSARIO DEL PRIMER PARTIDO MARXISTA LENINISTA”.
En el caso de Centro Habana la presencia de Marx se enraíza en las coordenadas de las primeras décadas del siglo XX con la obra de Carlos Baliño, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Aracelio Iglesias, Carlos Rodríguez Careaga y Alfredo López, entre otros. Inmuebles en los que surgieron la Sociedad de Torcedores de La Habana, la Liga Antimperialista y la Universidad Popular José Martí, se registran en el inventario de la Oficina de Monumentos y Sitios del municipio como documentos históricos; añadiéndose a ellos un conjunto de tarjas que, como obras conmemorativas, fueron colocadas en etapas posteriores de la historia local.
Un recorrido por el patrimonio industrial de Centro Habana, en particular por los exponentes de la industria tabacalera, permitiría comprender el por qué, dando inicio al antiguo Paseo de Tacón, en Carlos III entre Belascoaín y San Carlos, se ha dedicado un espacio a Carlos Marx; y por qué, en su cercanía, se encuentra emplazado el Palacio de los Trabajadores. Esa será una jornada que se ha de posponer.
Citas y notas:
1.- Apud. Marcos A. Tamames Henderson: Calles y callejones de Camagüey. Entre la leyenda y la historia, Introducción, p. 15, Ed. Ácana, Camagüey, 2016.
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