Tras las huellas de la presencia china en Cuba.
Tras las huellas de la presencia china en Cuba.
Marcos A. Tamames Henderson
Los valores locales y comunitarios tienen mucho mayor sentido para la gente y constituyen un impulso mucho más grande que los valores universales en las acciones de conservación.
Isabel Villaseñor [1].
Entre las acciones programadas por la Unidad Presupuestada Barrio Chino (UP) para integrarse a la celebración de la Semana de la Cultura en China se encuentra una pequeña muestra de la colección de numismática que museológicamente organizaran técnicos y especialistas en el primer lustro de la década del 80 del pasado siglo, solo un fragmento de ese valioso conjunto de piezas que devino auténtica expresión del interés de la comunidad china por salvaguardar la huella de su presencia en Cuba, tesis que demuestra Frank González Martínez en su trabajo de diploma: “Valor documental de la Sección de Arte Chino del Museo Histórico Municipal de Centro Habana” [2].
De modo que, al acercarse a esta exposición, con sede en la segunda planta del Centro Cultural Casa de Artes y Tradiciones Chinas y sede de la UP, en Salud no. 313 entre Escobar y Gervasio, Centro Habana, no ha de centrar la atención el receptor solo en el reconocimiento de los valores que distinguen a sus exponentes desde el punto de vista numismático, sino en la connotación que alcanzan desde el punto de vista etnológico, como objetos estrechamente vinculados a la vida cotidiana de los inmigrantes chinos en la Isla.
Desde esa perspectiva, sobre los cimientos de un saber sobre la cultura china que se afianza en diálogo con la pasión que despierta el arte oriental, Rayco Vera Valladares, Museólogo Especialista encargado de la muestra, destaca, en la medida que así lo permite la documentación del museo, el protagónico papel jugado por quienes en un acto de altruismo y desprendimiento donaron al Museo Histórico aquellos bienes que le acompañaron no solo en la travesía desde China a Cuba, sino también, y es lo más importante, en su cotidiana convivencia con el espacio cultural cubano. Conocer la obra de estos protagonistas, de su experiencia vital, sus aciertos y desaciertos, sus estrategias en defensa de la identidad cultural y los aportes que a la nuestra hicieron, constituye el mayor reto que el manejo y gestión del patrimonio cultural del Barrio Chino establece a los museólogos que encuentran en él el escenario para un desempeño profesional en la conservación.
Componen la muestra varios ejemplares de billetes y monedas puestos en circulación en China en diversos periodos de su historia. De ellos, en aras de ilustrar las tesis planteadas, se somete a análisis e interpretación la moneda donada por Guillermo Chiong y, como fuente de información para ello, aquella que consta en el sistema de documentación que atesora el Museo Histórico Municipal de Centro Habana.
El Acta de la Donación, llenada por Lina E. Grisantti el 17 de mayo de 1981, indica, en primer lugar, que Guillermo Chiong es vecino de San Nicolás no. 505, 2do piso, apto 7, entre Zanja y Cuchillo, hecho que le ubica en el corazón del Barrio Chino; en segundo, que la moneda que aquí se aborda fue donada junto a otras tres, una invitación, cuatro fotografías, una figura de porcelana, un cuadro tejido y un cuadro pintado a mano, muestra que coloca a Guillermo lejos de inscribirse entre los aficionados a tema alguno en materia de coleccionar. ¿Se trata de un grupo de recuerdos personales directamente vinculados a su origen o al gusto familiar?
La planilla de inventario estuvo a cargo de la especialista Ana Gloria Curbelo y está fechada el 15 de octubre de 1988, siete años después de la recepción de la moneda. En ella se describen sus características entre las que se precisan su equivalencia a un centavo, país: China, fecha: 1902, material: cobre, en el anverso cuatro caracteres chinos y a su alrededor los textos: “Hong Kong”, “One Cent”, “1902”; en el reverso, el perfil de “Edward VIII. Emperor”. ¿Procedía Guillermo Chiong de Hong Kong? ¿Por qué habría de portar una moneda china la imagen de Eduardo VII, sucesor al trono de Inglaterra tras la muerte de la Reina Victoria el 22 de enero de 1901?
La historia de Hong Kong, oficialmente Región Administrativa Especial de Hong Kong de la Republica China, tiene entre sus hitos el Tratado de Nankin, mediante el cual se cede la Isla de Hong Kong a los británicos en 1842 para poner fin a la primera guerra del opio, coloniaje que se mantuvo hasta 1997. ¿Cómo ha incidido culturalmente siglo y medio de coloniaje sobre este territorio chino?:
La presencia británica en Hong Kong ha marcado la cultura local que, aunque fundamentalmente china, ha estado expuesta a una mayor influencia occidental que el resto del país. El resultado es un híbrido cultural en donde los valores chinos tradicionales enfatizan el honor, y el amor y respeto familiar que, junto con la educación, se ven combinados con los ideales occidentales progresivos, que influyen la libertad económica y el estado de derecho.
Así, Guillermo Chiong legitima en el patrimonio cultural centrohabanero un testimonio de la injerencia inglesa en la cultura de su país de origen, una moneda de un centavo diseñada por George William de Saulles, grabador de la Casa de la Moneda Real del Reino Unido, quien para su realización no solo tuvo ante sí a Eduardo VII en febrero y en junio de 1901, sino que además se apoyó en el dibujo de Emil Fuchs, pintor de la corte. Distinguen la obra de De Saulles la realización del último Gran Sello para la Reina Victoria (1899) y el diseño y los troqueles para otras monedas coloniales, entre las que se inscriben el dólar comercial británico, las de cobre de África Oriental (1897), las de Honduras Británica (1894), el dólar británico para la India (1895) y el dólar de los Asentamientos del Estrecho (1903).
La acuñación estuvo lista en mayo de 1901 y tres meses después, el 20 de agosto, la Casa de la Moneda recibió la confirmación de que el busto del nuevo Rey realizado por De Saulles se utilizaría en todas las monedas. El 10 de diciembre se proclamó la presentación de las nuevas monedas de bronce y el 1ro de enero de 1902 entraría en vigor. Técnicamente siguió el estándar de los centavos acuñados en la etapa victoriana: 95 por ciento de cobre, 4 por ciento de estaño y 1 por ciento de zinc y, como todos los centavos de bronce desde 1860 hasta 1970, pesa 9,4 g promedio y tienen un diámetro de 30 mm.
Los catálogos de numismática corroboran las características anotadas por Grisantti en la planilla de inventario: en el anverso cuatro caracteres chinos; el nombre de la colonia, Hong Kong; y el valor y el año de emisión, One Cent y 1902 – 1905; en el reverso: el busto del rey, al que acompaña, como leyenda, el texto Edward VII King & Emperor. Se precisa el peso de 7,17 gramos y un diámetro de 27,6 milímetros, así como una cifra de acuñación conocida de 35 millones. Indica que se realizaron 6 acuñaciones, las de 1902 y 1903, con una cifra de 5 millones monedas cada una; la de 1904, con 10 y, dos en 1905, con 2,5 y 12,5 millones respectivamente, indicando que y como año de primera y última emisión: 1902 y 1905 respectivamente. Como testimonio del contexto en que surge, registra en el campo “País”: “Hong Kong”, cual si estuviera esta región independiente de China.
¿Ingresaron a la colección otras piezas vinculadas al Hong Kong colonial? Un análisis cuanticualitativo de la información que se atesora en las planillas de inventario de la colección de numismática del Museo indica que otras 8 monedas son resultado del periodo colonial de Hong Kong. Tres de ellas, una de 1895 y dos de 1901, muestran la imagen de la reina Victoria, revelándolas como antecedentes a la donada por Guillermo Chiong; las restantes cinco son de la misma tipología a la que nos ocupa: dos de ellas, incluso de la misma emisión, de 1902; dos de 1903 y una de 1905. Solo uno de los años, el de 1904, han
dejado vacío los donantes, todos de la comunidad del Barrio Chino: el referido Guillermo Chiong, vecino de San Nicolás no. 505 e/ Zanja y Cuchillo; Gat Chall San, que, por su dirección, San Nicolás 507, dialoga de forma directa con el donante Chiong; Fe Men Lee, de Salud no. 104 altos, e/ Campanario y Lealtad y; Pin Wong Chong, cuya dirección está por conocer.
Desde estos estudios bien pudiera Vera Valladares, en su condición de especialista de la UP Barrio Chino, apostar por un recorrido urbano con paradas en los lugares en que moraron estos defensores de la memoria de la presencia china en Cuba; andar que, en el caso de Guillermo Chiong, enriquecería el valor documental de las otras piezas donadas al Museo Histórico Municipal de Centro Habana, un patrimonio que desborda las ligaduras que sostiene en 1981 con su país, para dejar constancias de sus aportes a la realidad cubana. De sus fotografías, tres rememoran el ingreso y graduación del grupo de chinos que cursó la Escuela de Instrucción Revolucionaria, en Carlos III, al lado del Comité Nacional de los CDR en el año 1961, e igual número de imágenes testimonia la presencia de turistas cubanos junto al presidente Mao Tse Tung, en China.
Ilustra la exposición aquello a lo que Frank González destaca de la antropóloga Isabel Villaseñor Alonso:
[…] no conservamos el patrimonio por él mismo, sino porque obtenemos de él distintos beneficios: lo estudiamos, usamos e interpretamos; nos da sentido de comunidad, profundidad histórica e identidad cultural; y porque creemos que las generaciones futuras verán en él significados y valores que merecen ser conservados [3].
Si se considera la donación de un objeto a un museo, como un ejemplo de la construcción social del patrimonio por medio de la asignación de valores, ¿no ha de entenderse las donaciones analizadas como estrategia de la comunidad china en la protección de las expresiones culturales, pasadas y presentes, que le han acompañado? Comprender ese legado tributa, desde el estudio, conservación y comunicación, dar continuidad a la protección de ese patrimonio.
Referencias:
1.- Isabel Villaseñor: “El Valor intrínseco del patrimonio cultural: ¿una noción aún vigente”, Intervención, 2(3): 6-12, Gándara, enero-junio de 2011.
2.- Frank González Martínez: “Valor documental de la Sección de Arte Chino del Museo Histórico Municipal de Centro Habana”, Trabajo de diploma en opción al título de licenciatura en Artes Visuales, perfil Conservación – Restauración de Bienes Muebles, Facultad de Artes Visuales, Universidad de las Artes, La Habana, 2019.
3.- Apud. Frank González: Ob. cit., pág. 14.
Imágenes:
1.- Delimitación del Barrio Chino, en Plano de José María de la Torre: Lo que fuimos y lo que somos. La Habana antigua y moderna, 1857.
2.- Centro Cultural Casa de Artes y Tradiciones Chinas, sede de la Unidad Presupuestada Barrio Chino.
3.- Anverso de una de las monedas donada por Guillermo Chion al Museo Histórico Municipal de Centro Habana.
4.- Reverso.
5.- George William de Saulles, grabador de la Casa de la Moneda Real del Reino Unido.
5.- Emil Fuchs, pintor de la corte. Reino Unido.
6 y 7.- Emisión de la moneda correspondiente al año 1904.
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